Exégesis Bíblica Breve.
Verdades Centrales de Algunos Versículos.
(considerados polémicos, pero NO lo son)
Versión usada: RV 1960
Traducción del Textus Receptus.
Jaris Vega
Lcdo. Teología
MtTh. (Mg) Teología
Capítulo 3
1ª Corintios 3:10. -
“Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito
arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno miré cómo
sobreedifica”.
- No fue un ángel sino un hombre,
el apóstol Pablo, quien puso la obra expiatoria de Jesús como el cimiento
de la redención y la salvación. El apóstol se dedicó a presentar a Cristo
y su doctrina a los hombres. No hizo otra cosa.
1ª Corintios 3:11. -
“Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual
es Jesucristo”.
- Nadie puede legítimamente poner
otro fundamento que pueda producir la salvación del alma.
- (J.V.) Un
Cristo que no coincida con el que Pablo enseño, no producirá la doctrina
que salva. La fe debe tener el contenido apropiado, conforme a la Verdad.
¿Con cuál Cristo se convirtió Usted? No todos los “cristos” son iguales ni
cualquier mensaje “de la Cruz” produce la salvación del alma.
1ª Corintios 3:12. -
“Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas,
madera”.
- “Fundamento”, en
griego, ‘ἐποικοδομέω’, y se traduce por “construir sobre” o “edificar
encima de”. La base del juicio
será la calidad, no la cantidad.
1ª Corintios 3:12. - “Alguno edificare”.
- La iglesia debe ser ‘sobre edificada’
encima del fundamento que es Jesucristo. Pero la historia y el momento
presente demuestran que no siempre es así. Los encargados de hacerlo son
los obreros: pastores y maestros, misioneros, evangelistas, etc.
1ª Corintios 3:12. - “Y si sobre este fundamento alguno edificare oro,
plata, piedras preciosas”.
- Los ingredientes para edificar
la iglesia se encuentran en la doctrina. Algunos edifican ceñidos al texto
bíblico. Estos colocan el énfasis en la persona de Jesús y sus enseñanzas o
doctrina. Y
podrán resistir la prueba del fuego, el Juicio Final.
1ª Corintios 3:13. - “madera, heno, hojarasca “
- Muchos ‘sobreedifican’ en la
iglesia cristiana con falsas doctrinas, o con mezcla de error y pecado con
elementos de la verdad; otros recurren a temas secundarios y de escaso o
ningún valor espiritual; o recurren a lo espectacular y
sensacional. Algunos de ellos serán salvados solo a través del fuego.[1]
- (J.V.) Estas personas corren el
peligro de escuchar de los labios de Jesús: “nunca os conocí”
1ª Corintios 3:13. - “Si alguno destruyere el templo de Dios,
Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo
es”.
- “Destruir”, ftheiro, (φθειρε),
significa ‘destruir corrompiendo’, pasando de un estado a otro peor. (J.V.) Pablo usa, casi siempre, el
vocablo “templo” para hablar de la persona misma, que es “templo del
Espíritu Santo. Templo es una referencia al creyente, morada de Dios. Aquí
se presenta un templo en destrucción, siendo apartado de la doctrina justa
y correcta y de la santidad de vida y de la pureza en la que debiera haber
permanecido. Serán condenados. Esto demuestra hasta donde puede conducir
el error doctrinal[2]
1ª Corintios 3:18-20.- “Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre
vosotros se cree sabio en este siglo...Porque la sabiduría de este mundo es
insensatez para con Dios; pues escrito...El Señor conoce los pensamientos de
los sabios, que son vanos.”.
- En Corintio muchos maestros se
consideraban sabios (3-5; 1:11-12). Tenían muy en alto la sabiduría de su
filosofía (1:22). Pero la sabiduría de este mundo no sirve para
edificación de la iglesia[3].
El maestro útil no depende de su propia justicia[4],
y renuncia a la sabiduría del mundo.
1ª Corintios 3:21-22.- “Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque
todo es vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida,
sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro”.
- Los siervos del Señor son
hombres, y pueden dejarse engañar por el Diablo, o por sus propias
ambiciones y gustos. Pablo nunca predicó novedades, ni creó falsas
expectativas: predicó a Jesucristo crucificado, tropezadero y locura
(1:23). Esto no es lo que hoy más abunda.
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